Publicat per

La “voz” de los peces y otras reflexiones sobre mí y mi arte sonoro

Publicat per

La “voz” de los peces y otras reflexiones sobre mí y mi arte sonoro

GOYA, Besugos, , h. 1808-12, óleo 44,8 x 62,5 cm , en un libro de la biblioteca del Museo Reina Sofía Nota:…
GOYA, Besugos, , h. 1808-12, óleo 44,8 x 62,5 cm , en un libro de la biblioteca del Museo…

GOYA, Besugos, , h. 1808-12, óleo 44,8 x 62,5 cm , en un libro de la biblioteca del Museo Reina Sofía
Nota: estos besugos de Goya, de los que añadiré información próximamente, están presentes. Podemos comparar su presencia con la presencia mucho menor del besugo que hay en el museo del Prado, el besugo de Bartolomé Montalvo (1800), cuya ejecución es perfecta, pero que está muerto y sin expresión.

Por fin, y después de muchas vacilaciones, he respondido a la pregunta leniniana de qué hacer respecto a la instalación de arte sonoro. O, mejor dicho, respecto a las muchísimas instalaciones portátiles de arte sonoro que me he inventado, todas ellas, con todos mis respetos al artista que nos ha hecho uno de los podcasts del aula virtual, mucho más viables que esa que nos propone el artista, propuesta que me ha dejado cuajada e inmovilizada hasta la catatonia: coger un altavoz y subirlo a un árbol en un bosque. Son artistas sonoros vocacionales, claro. Robin Hoodes del arte sonoro. Adalides sonoros que no se frenan ante nada, ni siquiera ante coger el altavoz y subirlo al árbol. Eso es afán de superación artística, y lo nuestro, lo de los no sonoros, es tontería.

Esa imagen creo que me perseguirá hasta el fin de mis días. Recordaré los dos enormes altavoces que compré para los alumnos del antepenúltimo instituto que, en aquel caso, fueron determinantes para que mis compis a la sazón me tildaran de discapacitada (“loca” en concreto), y me imaginaré a mí misma subiéndome al cerezo de mi padre, como cuando tenía quince años pero con veinte kilos más, arrastrándolos con cuerdas… ¡Por favor! ¡Que se me cae el altavoz! ¡La cuerda! ¡Yo! ¡Mi pierna! ¡Mi cabeza! ¡Noooooooo!

Tampoco el texto sobre instalación sonora me trasmitió la mas mínima esperanza. Más bien, me recordaba a ese pariente político que tengo que hizo una ingeniería porque su madre quiso y, que, al terminar, pagó para que le hicieran el proyecto. Porque en el texto en cuestión se plantea algo así como un proyecto en el que yo, Úrsula, aún sin diente,  me siento en una silla consistorial junto a sesudos seres municipales incorruptos y entre ellos y yo planificamos un evento sonoro de envergadura suprema. Bueno. Tengo bigote, pero muy pequeño, de modo que, igual que el del altavoz en el árbol, el proyecto consistorial fracasó. A causa de las faltas de diente y bigotes, mis argumentos salieron silbantes y de poco peso.

Encima, me puse enferma. Y mi pobre profesora esperándome… Por si tuviera pocos alumnos, que somos muchísimos, artistas sonoros como churros, uno, otro, otro… Porras, una, otra, otra… Todo el panorama de lo más negro. Pero sigo sin rendirme, yéndome a natación a ver si lo del árbol cuajaba y podía hacerme escaladora, y obsesionada con el arte sonoro. Invadiéndolo todo por él, con él y en él.

  • Primero, hago una Performance de arte sonoro, Sonido y olor del cuerpo entre sábanas. Me meto la grabadora en la cama y ahí queda esa performance, convincente, rigurosa. Pero ay,  lo que se ve en la web es sólo la décima parte, y el marrón de subtitular los diez vídeos no lo asumo. No puedo, no tengo tiempo, es un trabajo demasiado grande para este momento del semestre. No me sirve como instalación.

 

  • Segundo, hago un trabajo de arte sonoro en Cuerpo y Genero, trabajo al que llamo Presentación visual de lo abstracto y sus paisajes sonoros. Un trabajo inagotable, para el que tengo muchísimo material, que sólo exploré un momento y que retomaré, que puse en un canal de YouTube al que llamé Naturaleza como metáfora. Todo eso lo tengo que explicar más, porque es una gran verdad que la naturaleza, su espacio, sus formas y procesos tal como los percibimos en nuestra dimensión humana, son los que utilizamos metafóricamente para pensar. No me sirve como instalación.

 

  • Tercero, me invento que voy a hacer una instalación en el espacio digital que va a consistir en grabar mi grabación y volver a grabar mi grabación y así ad infinitum. No me sirve, creo, para nada, pero de momento está “en barbecho”.

 

  • Después de ver los tesoros que hay en la biblioteca del MNCARS, en Atocha, decido ir por las tardes en cuanto pueda y grabar cuadros con el móvil. Para abrir la serie, grabo unos besugos de Goya. Y recorto un vídeo de YouTube, lo transformo en WAV y aquí está, sonido que produce un pez. Como soy una motivada, pierdo muchísimo tiempo,  que hubiera debido dedicar a mi PEC,  en esto. Ahora, si mi escritorio fuera IA, pensaría que soy una experta en sonido de peces, porque tengo un archivo MP4a de sonido de pez, un MP4, un WAV, Daniodela cerebrum que emite sonidos de hasta 140 dB (es una especie de objeto sonoro él mismo, y los produce golpeándose a sí mismo consigo mismo como un tambor) y ahondando, ahondando me encuentro con https://fishsounds.net/
    Y corto un fragmento de este audio, de un referente de Zafra, para compartirlo:

Me he distraído muchísimo con la ictiología, ya ni me acordaba de la PEC, pero ¿qué es más importante? ¿La PEC o el que los peces hagan sonidos? Creo que lo segundo… Y, además, este archivo me sirve para una de las instalaciones, en un restaurante de mi barrio.

En conclusión, todas las tentativas anteriores iban encaminadas a la desesperación y a la improductividad, ¡Pero soy imbatible!

¿Qué he hecho para no desesperarme?

– Primero, me he acordado de aquella academia a la que fui en la que los temas de la oposición estaban impresos en papel marrón y eran no sólo ilegibles en su incomprensibilidad, sino también incomprensibles en sí mismos. Ese año, aprendí más pedagogía que nunca: me empeñé, y lo hice. ¡Ánimo, ánimo y ánimo! No-nativa digital, seguro; discapacitada, puede; pusilánime, jamás. Aprobé la oposición. Claro, que el arte sonoro es más, no sé, “científico” que una oposición ¿no?

– Segundo, me he hecho consciente de todo lo que he superado en este camino de cristales rotos que mis pies ensangrentados han transitado… Mis pies, atravesados de arte de juanete en juanete. He revivido mi trayecto y todos mis bloqueos en el proceso de esta asignatura. Primero, con la grabadora zoom H2, que todavía se me resiste, cierto que creo que nunca en la vida he leído unas “instrucciones de uso”. En otra banda, con todo el material teórico, que tiene esa aridez técnica de los técnicos de pura cepa, que requería un poco de azúcar al modo Mary Poppins, un poco  de contrastación de si una sabe algo previo a la base en física del sonido (como me pasó, antaño, con aquella silla axonométrica que tuve que hacer sin saber lo que era un cartabón) y que se hubiera facilitado con más enlaces… Además, mucho tiempo sin interacción, pasando de capítulo en capítulo pero sin comentarios. Aún así, hice un magnífico mapa de síntesis… Aquí no acaba la cosa. No sabía dónde guardar los sonidos, no sabía si los podía subir a Folio y cómo hacer listas. A todo esto, yo sola en un barco de remos en mitad de la nada, hablando conmigo misma. Más adelante, no me atrevía a descargar Audacity, y cuando lo descargué,  se me descargaron cosas raras. Además, Audacity no era Premiere, y ahora qué hago, y ahora cómo inserto silencio, y ahora tal o cuál, tal y cuál repetido más o menos ochenta o cien veces: grandes pasmos. Por fin, y atacada con esos ataques que conocemos tan bien los estudiantes online, me inspiré. ¡Me inspiré! conseguí hacer la librería de sonidos… ¡Eres genial!, me decía yo a mí misma, en medio de mi barquito de un remo. ¡Sí!, me contestaba yo a mí misma. ¡Jaja!, me reía yo sola con mi trabajo. ¡Qué divertido!, me carcajeaba conmigo misma, para darme mi feedback a mi propio ser.

Después de haber mascado arena de ansiedad pura y de sabor a ignorancia y después de haber tocado los rayos del sol de la genialidad, resultó que tenía casi todo mal. Mi único remo se me cayó al agua. Lo positivo que se vio en mi trabajo fue que yo tenía buena voluntad o interés, no me acuerdo, y no quiero mirarlo para no revivir el trauma. ¡Bueno! No tengo muy buen perder que digamos… pero el olvido y su ceguera me alcanzan pronto, así que el siguiente trabajo me animó tanto que se me olvidó que no tenía talento sonoro, pese a la muchísima voz que me da el Folio, y casi conseguí tenerlo. Me divertí muchísimo otra vez.

Trabajo de síntesis de sonido

Hice estos audios en Snap!. Me los trabajé, exploré, miré límites del sonido para la percepción humana, ritmos inexistentes etc. y los fundí con un paisaje sonoro. El resultado: lo tengo que explicar más, así sólo no se entiende, me encantó… Pero la profesora no vio que había un archivo estéreo, sólo se dio cuenta cuando se lo dije. Al final, me puso una A, gracias a Dios y a Snap! Berkeley.

Trabajo de instalación.

Y ahora, Santo Cielo, qué hacer. Opto por la vía dickensiana: empezar por lo humanamente inmediato. 

Ordenar mis sonidos. Primero, he ordenado mis sonidos. Pero no con el rigor que se me pide en los apuntes. En los que tenían nombre, no he tenido que hacer nada. Lo original es lo que he hecho con los que no tenían nombre: les he inventado el nombre. Y, así, tengo un archivo de gato debajo de la cama yo, que no tengo gato. ¡Pero realmente parece un gato debajo de la cama!

Salir a la calle. Segundo, hago lo que hago cuando estoy bloqueada: me lanzo a las calles. Allí se me ocurren todas las ideas. Primero, en el Cirujano Maxilofacial pongo el quejido que he compuesto para Cuerpo y Género en la silla… ¡Lo tengo! Estoy empezando a coger, por los pelos, el concepto. La silla empieza a gemir, y la sala con olor a eugenol, desinfectantes, acrílicos y formaldehido se reviste de una singular poesía… ¡Dios mío! No seré un genio, pero éstos son satoris artísticos, sí señor.  Entonces, ¡Eureka!, me voy a Las Ventas, sólo vale siete euros la entrada y hay un toro disecado. Entro, ¡claro!. Me acerco donde está el toro (me santiguo, iba a decir; no, no: me impresiono de tenerlo tan cerquita) y, desde el móvil de la persona que está allí, le hacemos pitear. ¡Ya está! En serio, ésta es una verdadera instalación sonora. Saco conclusiones.

Ponerme a desarrollar el trabajo. Tercero, me los he llevado a los escenarios en mi potente ordenador (que se oye muy bien, es de jóvenes para vídeojuegos que son lo que cuenta, no el arte -total, el arte qué). Mi potente ordenador, en una bolsa de playa. La bolsa de playa, en mi hombro. Mi hombro, en mí. Yo, en los medios de transporte. Los medios de transporte, en la capital de España. Y la capital de España, en este mundo cruel (nunca mejor dicho, 2025). A continuación, gráfico de mis instalaciones portátiles. Y empieza la juerga monstruo. Estos son los sonidos de mi instalación sonora. Y estos son los lugares donde los pongo. Y las historias que ocurren son tan largas, tan divertidas y tan fecundas que no las puedo contar aquí… Sólo contaré una, a modo de… ¿Cómo se llamaba, profesor Enric Mor? Prototipo, creo. Y la contaré en mi texto hoy mismo, esta noche, sin falta. No tengo quién me grabe, y como es el escenario del mundo real, tampoco sería adecuado. Queda mi relato.

Bischofberger U (2025) Boceto de un plan: “instalaciones de arte sonoro portátil”

Apéndice

Es curioso. El Alzheimer es un río heraclitiano de Éfeso que va y viene con mi estado de ánimo, el Alzheimer es un trozo de plástico fluctuante. Me he dejado el café, por si acaso. El café no ayuda. La discapacidad también es fluctuante: no me la tiene en cuenta la Universidad de Madrid, ella tan Autónoma en su criterio,  ella, que, por cierto, me filma sin autorización en la Microcredencial, me recomienda la Teoría Polivagal, me dice que me estimule la Glandula Pineal sobándome las cejas, me graba haciéndolo y me expulsa de sus filas de amantes del saber: ¡Ahora hay cupo! ¡Ahora no hay cupo! ¡Ahora das perfil! ¡Ahora ya no! ¡Ahora te entrevisto! ¡Ahora no te hablo!  Pero el arte sonoro permanece como el Ser sartriano: pesa varios megatones y está ahí siendo y siendo sin más ni más, catapúm, sin dudas y sin bizquear.  Todo el curso ahí. Como una piedra en el zapato o como un nubarrón o como decía al principio, como la pregunta leniniana ¿Qué hacer?

¿Qué hacer?

La respuesta no hay que buscarla en un lugar corriente y moliente, como las Tesis sobre Feuerbach o El Capital o radio Clásica con su pátina de cera de zapato o la música experimental vacía de contenido de las minorías privilegiadas ni en sitios así, ni siquiera en un lugar excepcional como Simone de Beauvoir. La respuesta a qué hacer en arte sonoro no es sartriana ni leniniana ni iaiana siquiera, sino dylaniana… Es, a la vez, respuesta a este annus horribilis que ha sido el 2024-2025 para nosotros los humanos, aunque peores vendrán… La respuesta, como el arte sonoro, está por allí no se sabe dónde, en la palabra humana, esa palabra humana con sentido apresando apenas lo difícil de apresar, esa palabra que se podría decir que es divina, claro que sí, y que es intangible e invisible, que tiene sentido por naturaleza y que está flotando en el viento… 

¿Cuántos caminos debe recorrer un ser humano/ antes de que le llames humano? Sí, y ¿cuántos mares debe surcar una blanca paloma/ antes de dormir en la arena? ¿Cuántas veces tienen que volar balas de cañón/ antes de que sean prohibidas para siempre?/ La respuesta, amigo mío/ está flotando en el viento/ La respuesta está flotando en el viento…

En todo este camino, ya lo he dicho, he estado navegando en una barquichuela con un solo remo. En este momento, el remo se me ha caído al agua, pero levanto la vista y veo el horizonte, tan nítido, cuando empieza a caer una luvia fina. Y bueno… me quedo quieta y lloro de impotencia y de pena. Siempre se puede encontrar alivio.

Debat0el La “voz” de los peces y otras reflexiones sobre mí y mi arte sonoro

No hi ha comentaris.

Publicat per

Primeros bailes contigo, sonido invisible

Publicat per

Primeros bailes contigo, sonido invisible

Bischofberger U (2025) The monster of self-awareness (Digital art with Paint, photographed and colored with an iPhone) Le dedico al sonido el dibujo más…
Bischofberger U (2025) The monster of self-awareness (Digital art with Paint, photographed and colored with an iPhone) Le dedico al sonido…

Bischofberger U (2025) The monster of self-awareness (Digital art with Paint, photographed and colored with an iPhone)
Le dedico al sonido el dibujo más bonito que he hecho últimamente…

Antes de nada, en los primeros principios…

Sonidos invisibles que produzco como sujeto tratándome a mí misma como instrumento
u objetualizándome

Inverosímiles sonidos invisibles que producen mis propiedades

 

 

Sonidos invisibles que producen mis propiedades. Solucionario. (Busca la primera palabra de lo que oyes y la solución está al final.)

A ésta le he dejado mucho silencio alrededor (que es lo equivalente al marco blanco de un cuadro) porque cada vez sufro por ella, me parece que o se rompe… La tapa del water.

Aquí el pasillo subalterno y la dictadora de su pasillo andando por él como si fuera Hitler un dos un dos y a ver si termino de una vez la PEC1. Mis pasos en el pasillo.

10. Con su inconfundible personalidad y sus ruedas irrompibles, escondiento una vez más el cubierto que busco, lo abro con mi rabia feminista y lo desordeno tó. El cajón de los cubiertos.

El arrastre del radiador por el suelo que parece de pronto un ser tísico que amenaza entre dientes. El radiador.

Este es a la casa lo que el camión de la basura a mis noches. Un antipático, y siempre que lo aprieto se me mete para dentro. El microondas.

Este es una creación mía, pero, sinceramente, no tengo ni idea de cuál de mis propiedades lo produjo. No lo sé.

Lo iba a tirar porque es demasiado corto pero me ha dado pena y he dicho venga, que te acojo en mis listas de reproducción, Tampoco lo sé.

Mis leones, mis salvaguardas, que tanto os quiero que suelo dejaros dentro de casa y sólo me doy cuenta cuando he cerrado la puerta. Las llaves girando en la cerradura.

Nos encontramos con un clásico universal, la Quinta Sinfonía en el mundo de los sonidos domésticos. Disfrutamos del nuestro y del de nuestros vecinos. La cadena del water.

Sinceramente, el sonido que más he oído en mi vida el de las hojas que me hacen crecer pasando. Sonido del papel al pasar las hojas.

Uno de los de cuántas veces te he dicho que no lo toques, que lo vas a estropear al final, pero el niño sigue, y sigue, y sigue. El interruptor.

Y su pareja, el de la bolita frotándose contra el papel con unos gestos únicos e irrepetibles verdaderamente. El bolígrafo deslizándose en el papel.

Gracias a Zoom H2.
La herramienta es vital siempre.

GRACIAS  a esta joya.

(Continuará.)

Bischofberger U (2025) Empezar por escuchar. (Arte digital, collage con Paint y unos ojos que escuchan, más que miran)

Debat0el Primeros bailes contigo, sonido invisible

No hi ha comentaris.

Publicat per

Equipamiento digital para arte sonoro. Primeros intentos de describir cualidades tímbricas

Publicat per

Equipamiento digital para arte sonoro. Primeros intentos de describir cualidades tímbricas

En esta tierra virgen que es el sonido brilla por su ausencia el conocimiento y la percepción fina de las cosas en…
En esta tierra virgen que es el sonido brilla por su ausencia el conocimiento y la percepción fina de…

En esta tierra virgen que es el sonido brilla por su ausencia el conocimiento y la percepción fina de las cosas en muchos de nosotros. En mí. Así que, tal como me indican an mis profesores de arte sonoro,  voy a intentar describir algunos sonidos que, arrancados de su contexto visual, no se reconocen (al menos, yo no los reconozco), y producen una sensación de sorprendente extrañamiento.

Sonido uno. Sonido seco, arrastrado, ascendente, en cascada, bronco. Sonido mate.
Duración: corto. Intensidad: media. Tono: atonal

Sonido dos. Sonido que se expande, áspero,  Que se extiende y agranda y empequeñece. Sonido mate
Duración: largo. Intensidad: baja. Tono: atonal.

Sonido tres. Sonidos redondos que salen de lo hondo y se amplían, como ondas. Sonido brillante. Sonido cálido.
Duración: largo. Intensidad: fluctuante. Tono: no sé.
Para ver si puedo identificar el tono, estoy usando este piano virtual. Pero no puedo.
https://www.musicca.com/es/piano

Pero no sé si la descripción que hago la hago así porque yo sé cuál ha sido la fuente del sonido, y animo a mis compis a que describan estos sonidos. No quiero decir, hasta dentro de unos días, a qué fuente corresponde cada uno. De momento, estoy grabando con el WhatsApp del móvil, pero espero que esto mejore pronto.
Y añado, como nota de humor, una imaginación más a mis imaginaciones; ya tengo mi imaginario, mi imaginación material, la imaginación colectiva, las imágenes de mi cultura visual y, ahora, además, la imaginación sonora. ¿Cómo me voy a poder concentrar en estudiar, con tanto baile dentro de mí? Toda la tarde, y apenas he avanzado…

Equipamiento
He cogido la lista que hice con la ayuda de Alejandro y me he ido a recorrer tiendas. Me han dicho que la grabadora de sonido (ZOOM H1) sólo la puedo encontrar en tiendas de música. He ido a la Unión Musical, allí tenían el ZOOM2 y me lo he comprado. En lugar de comprar por separado el trípode y el binaural, me he comprado un pack de accesorios específico para la ZOOM2 que incluye: trípode ajustable, windscreen, cajita para llevarlo, mic clip adapter, AC adapter, control remoto y cables. Bueno… no sé si he hecho bien. Después me he ido al Corte Inglés que está al lado, ya con la H2, y le he preguntado a la persona que me atendía que me diera la SD adecuada, que resulta que es una SD Card UHS-i U1 V10 SDHC (que noo sé qué significa). Pero me ha dado la correcta y pilas.

Espero mejorar mucho tanto en grabación del sonido como en descripción tímbrica.

 

Precio del equipamiento digital completo para el trabajo con sonido:
Grabadora digital, 123.50
Pack accesorios, 34.99
Kodac 32 GB, 6,99
Pila alcalina, 4,90

TOTAL: 170,38

Tutorial Audacity

Manual Audacity

Descargar Audacity

La voy a intentar ahora.

Ideas en el tintero

Me encantaría hacerme mi archivo de sonidos muy breves, 5 o 10 segundos, por ejemplo archivos organizados así:
– una parte de sonidos para adivinar, y ahí poner sonidos y enlazar las imágenes en otro lugar.
– una parte de voces robadas, y ahí grabar a la gente en el autobús, que dicen cosas alucinantes.
– una parte de sonidos obscenos, y ahí poner eructos, respiraciones, orgasmos o lo que se me ocurra.
– una parte de voces bestiales, y ahí poner voces raras a gritos que grabaría aparcando el coche en mitad de un lugar desierto para que nadie me oyera.
– una parte de ruidos con la boca, silbidos, susurros, onomatopeyas etc.
– una parte de sonidos de imitación, imitación de sonidos animales. Para esto también me tengo que ir lejos con el coche.
– una parte de música pobre, imitar o recitar canciones a capella, a caballo entre la música y la no música.

También puedo empezar grabando archivos de poesía fonética, me encantaría también. Esto tiene una pinta divertidísima. Todavía estoy paralizada por la novedad, pero me estoy empezando a desentumecer a golpe de fuerza de voluntad.

Debat0el Equipamiento digital para arte sonoro. Primeros intentos de describir cualidades tímbricas

No hi ha comentaris.