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Despojos 2

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Despojos 2

Revisando este trabajo, pienso que tal vez estudie otra vez Premiere y After Effects. La información referida a él se completa aquí.…
Revisando este trabajo, pienso que tal vez estudie otra vez Premiere y After Effects. La información referida a él…

Revisando este trabajo, pienso que tal vez estudie otra vez Premiere y After Effects. La información referida a él se completa aquí.
Vídeo del Taller de vídeocreación que después retomé para Proyecto III.  Por último, puesto en público hoy, después de la llegada a la ciudad en la que la mirada que iba dirigida a la Vuelta Ciclista a España 2025  giró por fin, (aunque tuvo que ser de un tortazo), hacia Gaza, -y después de que mi vida haya dado ya el giro definitivo a esta ciudad  y a este barrio que son mi tierra. Madrid. Madrid y Madrid. Madrid con Gaza. Madrid es Gaza. ¿Por qué no decir “Madrid es Gaza”? Ay, historia, cómo te repites siempre, y cómo siempre pensamos que estamos más lejos de la desgracia de lo que realmente estamos…

Letras del vídeo “Despojos”

1. La lavandera de la noche (Canción de Galicia.)

La leyenda de las lavanderas de la noche tiene su origen en la tradición céltica y trata de un hecho que debió de darse en la Galicia tradicional con una frecuencia suficiente como para pasar al folclore local: las mujeres que lavaban sus sábanas en el sigilo de la noche porque contenían la señal del pecado o de la ignominia, se tratara de la sangre menstrual, la de la desfloración o bien la del aborto clandestino, sangre tan tenaz en su condición de marca del pecado que no se conseguía eliminar jamás, de ahí que estas lavanderas fueron asimiladas inmediatamente al universo de las brujas, de lo maléfico y tenebroso.

Las fuentes consultadas mencionan una serie de figuras similares en otras culturas centroeuropeas e incluso eslavas. La más asentada y específica es la de la leyenda irlandesa de la «washer-woman at the ford» (la lavandera del vado) que aparece en un regato de un río tratando de eliminar la sangre de las armas y de la armadura del guerrero que va a morir en combate.
Alberto Granados, en https://albertogranados.wordpress.com/2016/02/21/la-lavandera-de-la-noche/

Era una noche de luna,
era una noche clara
yo pasaba por el río,
de vuelta de la molienda.
Me encontré con una lavandera
que lavaba en el agua;
ella lavaba en el río,
y una cántiga cantaba.
“Moza que vienes del molino,
chica que vienes por la carretera:
ayúdame a retorcer
mi sábana lavada.”
lana-rana-lai-lana-rana-lai
“Santa María te ayude,
y san Lorenzo te valga.”
lana-rana-lai-lana-rana-lai
lana-rana-lai-lana-rana-lai
Desaparece la lavandera
desvanecida como el humo.
lana-rana-lai-lana-rana-lai
lana-rana-lai-lana-rana-lai
¡Donde había tendido las sábanas
dejó un charco de sangre!
Era una noche de luna,
era una noche clara.

https://www.mamalisa.com/?t=ss&p=6374

2. Nana palestina

Hala lala layya
Hala lala layya.
Eres mi vida,

mi pequeña reina.

Agita tus alas, como una paloma
y vuela hacia la libertad.
Tranquilizas mi corazón

con tu mirada.
Agita tus alas, como una paloma
y vuela hacia la libertad.
Deja ya de llorar, pequeño ángel

ven conmigo y plantemos juntos.
Planta manzanos y limoneros
en la tierra de tus ancestros.

Deja ya de llorar, pequeño ángel.
Mi alma siempre te protegerá.
Ven y diles, contenta, a todos tus seres queridos
que Dios tenga misericordia de los que se fueron.
Diles que las pesadillas siempre se acaban.
Diles que volveremos a Palestina.

3. Hava Naggela

¡Ea, alegrémonos!
¡Ea, alegrémonos y gocemos!
¡Ea, cantemos de alegría!
¡Ea, cantemos de alegría!
¡Ea, cantemos de alegría y gocemos!
¡Despertad, despertad, hermanos!
¡Despertad, hermanos, con corazón feliz!
¡Despertad, hermanos, despertad, hermanos!
¡Con corazón feliz!

4. El silencio, la barbarie, el autoconsuelo

Esta es la parte que más impresiona en el vídeo. No impresionan tanto los bebés arrancados de las incubadoras, las ruinas, las heces, las basuras, el cuerpo adivinado en rosa, las gaviotas en sus trayectos no horizontales ni verticales… Impresiona el tono y el discurso de la impostura, lo ideológico, la voz estúpida y dulcemente hipócrita que dice “ya lo hemos hablado”, que formalmente se hace accesible y que, a la vez, es implacable causa del desastre porque impide la comunicación que lo diluiría. Es el grito que pone fin a la posibilidad de comunicación y que, como estallido, genera el conflicto y pone fin a la posibilidad de negociación, aparece como el bisbis al gato, pero es la barbarie. Y luego no queda más que el autoconsuelo, función que asumen las IAs.

 

MANIFIESTO POR LA INTEGRACIÓN DE “LOS DESPOJOS” (2023)
(texto base que revisaré, para el Seminario de Investigación Artística.)

Llegados a este momento de la Historia, consideramos que los retos a los que nos enfrentamos son nuevos y enormes, por lo que pensamos que tenemos que centrar la mirada en lugares enormes a los que aún no miramos: en los lugares de los despojos.

1. Entendemos por despojos todas aquellas realidades que sobran después de la producción, o que se dejan fuera por irrelevantes para la producción. Personas sin aparente potencial como productores. Materias del propio cuerpo que, hasta ahora, se han considerado como inservibles u hostiles, como las bacterias en las heces y en otros medios. Materias que, una vez terminado el ciclo de producción y consumo, sobran: excedentes y basuras. Áreas en las que aún los procesos de producción no han puesto los ojos. Recientes investigaciones han demostrado el poder curativo, generativo y ecológico de las bacterias, por ejemplo.

2. Negamos la negación de los despojos. Sabemos que, de todas las negaciones, la negación de los despojos es la más universal. Pero esta universalidad no la justifica para quienes, como nosotros, tenemos que reinventarnos.

3. Consideramos que la fuerza está en la integración de los despojos. El que los integre, ganará fuerza económica, fuerza social, fuerza moral y ascendiente sobre los demás.

4. El cuerpo de los mayores no es un despojo. Recientes investigaciones lo han demostrado sin lugar a dudas, y este conocimiento puede sernos clave a la civilización occidental. El cuerpo de los mayores ha sido condición de posibilidad de las mejoras adaptativas de la especie humana, y las categorizaciones que excluyen o limitan personas son tan nefastas para los excluidos como para todos los demás.

5. Nuestra sociedad es la del fin de los maltratos. La sociedad se asentó en dos procesos frente a los cuerpos que han sido útiles para su perpetuación: la escisión del género con el maltrato a una parte, la mujer, y la escisión de la procedencia con el maltrato a una parte, el extranjero. La supervivencia de la sociedad se basa, ahora, en el fin de los maltratos, el respeto a la mujer o la superación de la barrera del género en la nueva realidad queer con un reparto equitativo del poder entre todos, y en el respeto al extranjero en el reparto de la riqueza entre todos, entendiendo como “extranjero” al extranjero, a los animales, a los grandes organismos y a los microorganismos.

Justificación temática

El tema central de este vídeo inquietante y angustioso es que la emergencia no es sólo medioambiental:  la emergencia es la emergencia de todo nuestro interior, la emergencia de un sistema que ha querido excluir lo no-rentable, que ha querido rentabilizar en todo momento y que deja un rastro de despojos a los que ignora cuando no se pueden ignorar. El tema del vídeo es ese fracaso. Mi vídeo pone en valor lo excluido, y mi cuerpo y a mi misma como persona mayor. Habla de naturaleza, heces, basura, cuerpo mayor, sangre. Los desechos o despojos que menciono son:

La naturaleza como contexto principal. La Naturaleza es la protagonista principal; para que todo funcione, no caben recortes, no caben exclusiones.

La guerra como lo más antitético a la naturaleza, los cuerpos de los bebés prematuros. La sobre-producción da origen a la necesidad periódica de este dispendio de tecnología y creación de muertes de una crueldad inefable que es la guerra. Ahí aparecen los primeros cuerpos de mi vídeo, los cuerpecitos sin formar de los niños, sustraídos de esos objetos técnicos que sí ayudan, las incubadoras. Si hay un modo de reactivación del capital horrendo, es este: la reactivación que pone en circulación los despojos tecnológicos que, como el “ejército de reserva”, vuelven periódicamente a reactivarse.

Las heces como productos, productos del cuerpo. Las heces son los despojos del propio cuerpo por definición. Lo que echamos fuera desde el propio cuerpo. Las heces están empezando a valorarse, desde el punto de vista médico, como el lugar donde se encuentran bacterias que tienen un poder curativo frente a enfermedades. Las bacterias presentes en las heces, que hasta ahora hemos arrojado, desperdiciado, minusvalorado sin más, son clave para explicar cómo nos sentimos. Desechando las heces, perdemos oportunidades hermosísimas de salud y de reciclaje.

Los restos de los consumos del cuerpo, la basura. Lo que el sistema productivo desecha (basura, humo, despojos al fin) originará la autodestrucción por no haberse tenido en cuenta.

El cuerpo mayor. Sobrante, humillado, silenciado, ninguneado en la vejez. El cuerpo viejo es el segundo bloque de despojos que presento. El cuerpo que ya no sirve, porque no representa lo idealmente deseable. Si al ser viejo se suma el ser mujer, este carácter indeseado se duplica.

– El córvido, ave carroñera y respetable a la vez. El otro cuerpo, un cuerpo que coopera, que recicla, que no se viola a sí mismo violando la propia naturaleza, como hacemos nosotros.

La sangre, rotura de la naturaleza. El cuerpo, que es un sistema, al romperse pierde sangre. Aparece de dos modos: mi propia sangre retratada, intermitentemente, en las escenas últimas, de la playa, porque los efectos se han conseguido tapando con el dedo en el móvil. Y en la canción gallega, en la que se cuenta que una mujer, apurada por su sangre menstrual, pide que le ayuden a eliminarla (más despojos negados) porque pide ayuda para escurrir una sábana. Esta petición de ayuda es angustiada. La mujer menstruando, la mujer negada, oculta, los despojos de la mujer.

Las músicas se suceden, y el nexo entre las culturas es, precisamente, la propia cultura: en este caso, la cultura del “ya lo hemos hablado”, del silencio y del autoconsuelo.

– La nana palestina. La nana palestina duerme a la pequeña niña prometiéndole que volverá a Palestina. Simultáneamente, la música sensual (como sensual es la cultura árabe en general) se oye mientras el cuerpo de la mujer se revuelve en la cama, con su presencia innegable, rosa contra el azul del cielo, vivo y carnal.

– La canción judía. A continuación, la canción judía, que suena mientras un primer plano de mujer mayor llora (nuevamente, las facciones excluidas, las facciones negadas, los despojos que no aparecen en ningún lugar, las facciones sin depilar y con arrugas) y esa mujer avanza, avanza sin tierra fija como antes el pueblo judío y ahora el pueblo palestino, con esa necesidad de auto-animarse (por la vulnerabilidad que implica estar sin tierra propia).

– La referencia a la sangre en la canción gallega. Después de las canciones representativas de las dos culturas, vuelve la canción gallega, que narra cómo un charco de sangre chorrea de la sábana. En este momento, el dramatismo de la voz supone un corte del discurso. Parece que es la rotura del sistema (del sistema natural, del sistema que no integra lo que excluye, porque lo que excluye no es solo a la mujer… No es solo lo que no recicla… No son solo las bacterias… Es todo. Es la propia sangre menstrual, que, en vez de ser considerada condición de posibilidad de la vida, es ocultada. El final de la civilización es el final de la palabra.)

– La exclusión de la palabra. “Ya lo hemos hablado” y el grito. La barbarie. El silencio.

Fuentes

Notas sobre el cuerpo

El cuerpo y sus productos nunca son completamente categorizados, siempre se derraman sin que puedan ser contenidos totalmente de ningún modo.

El rol del cuerpo en la sociedad occidental es facilitar las interacciones dentro del sistema productivo e indicar en qué nicho se encuentra cada cual dentro de las estructuras de dicho sistema productivo.

La educación en nuestra sociedad basada en el trabajo y la acumulación de riqueza, tiene una relación paradójica con el cuerpo:

Primero, lo separa del de los iguales, y le dice que su destino es meramente individual
Segundo, lo separa de las cosas, constituyendo la técnica y los objetos técnicos como “extranjeros” indomables para hacer que el dominio de dicha técnica sea solo privativo de unos pocos.
Tercero, para convertirlo en sujeto productor, lo reprime, asfixia y coarta, de modo que se facilite la doma, la integración en el sistema productivo y la sumisión.
Cuarto, para convertirlo en sujeto que consume, lo satisface superficialmente.
Quinto, para hacer funcionar el sistema fuera de las necesidades reales en el ámbito de las necesidades creadas por un orden que produce siempre con excedentes y que necesita un monto de cuerpos baratos para ser usados, crea dos categorías de cuerpo y lo sitúa en ellas:

Un cuerpo irreal deseado, en el mundo simbólico fuertemente asociado a símbolos, dual, convertido en modelo de identificación y/o objeto de deseo
Un cuerpo irreal odiado, culpable, que no es sujeto de derechos por su ubicación o circunstancias, merecedor incluso de destrucción, despojo cuya utilidad es la producción, la absorción de la frustración que se secreta en todo lugar o ser objeto ensangrentado del plus productivo que se transforma en industria de armamento.

Referentes del trabajo “Despojos”- personas concretas de mi entorno intelectual, lugares, conceptos

Personas públicas y algunos profesores.

Captura del proceso de realización técnica, en Premiere

La fuente de los últimos fragmentos pertenecía al podcast que borré, son “desesperación casi inaudible” y “placer de voz interespecie”. Este “placer de voz interespecie”, horrible desde mi punto de vista [personalmente, siento vergüenza ajena cada vez que lo oigo], refleja en cierto modo las palabras de Los expulsados del capitalismo salvaje, de Gustavo Dessal: la razón humana, lo que llamamos el logos, está habitada por una fuerza extraña, que excede los límites mismos del pensamiento. Denominamos a tal fuerza con el término goce, para indicar aquello que, formando parte del logos, es al mismo tiempo lo que lo desborda.

Debat0el Despojos 2

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Guerra, de Louis-Ferdinand Céline: SIEMPRE HACE FALTA CONOCER

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Guerra, de Louis-Ferdinand Céline: SIEMPRE HACE FALTA CONOCER

Retomo el trabajo que dejé a medias el verano pasado sobre Guerra, de Louis-Ferdinand Céline y evoco el audio que hizo Marinetti…
Retomo el trabajo que dejé a medias el verano pasado sobre Guerra, de Louis-Ferdinand Céline y evoco el audio…

Retomo el trabajo que dejé a medias el verano pasado sobre Guerra, de Louis-Ferdinand Céline y evoco el audio que hizo Marinetti sobre la guerra, audio de insondable puerilidad que manifiesta, sobre todo, desconocimiento, y que se puede categorizar en la categoría que he llamado “alucinaciones” sobre la guerra (este audio lo que dice, en español, es: pum, pam, pim, catapun chim pum, ¡olé la guerra!) . Les he dado un nombre-resumen a las seis “secuencias” (1. 23 a 38. Gran barullo en el tarro, brazo hecho trizas, camino, hospital, vagón, 2. 38 a 69. Virginal Secours (hospital), sótano en coma, etc.) y hoy sólo voy a categorizar la primera. Después miraré lo que hago con los demás. Mi objetivo es ver qué es lo que realmente ocurre, SI ES QUE SE PUEDE, pues creo que hay una estructura que se trasluce. Céline escribió el relato de un tirón, es un relato plenamente autobiográfico.

Categorías que he encontrado: guerra pura; posiciones; sucesos; delirios; inmoralidades. Les he dado nombres arbitrarios porque, en realidad, no sé a qué se refieren. Y escribo entre corchetes lo que voy pensando.

1. Empiezo con 1, pág. 23 a 38. , secuencia “camino, hospital, vagón”. 

1. 1. CAMPO DE BATALLA. Gran barullo en el tarro, brazo hecho trizas, camino

1. 1. 1. GUERRA PURA 

  • Oreja izquierda pegada al suelo con sangre
  • Boca también
  • RUIDO INMENSO ENTRE LAS DOS
  • Mueve un brazo hacia el cuerpo, el otro no puede, había volado muy alto, se arremolinaba en el espacio y luego bajaba a tirarme del hombro y arrancarme la carne. [La guerra como autolesión.]
  • Cada vez daba un grito
  • Luego consigue hacer menos ruido 
  • Barullo que le revienta la cabeza como si tuviese un tren metido dentro [Importancia del sonido. Constantemente lo nombra. Ruidos. Corrientes de aire huracanadas en la cabeza.]
  • Si hablamos de sufrimiento, también lo GOZABA (¡GOZABA!) de lleno en el hombre y en la rodilla.
  • HORROR QUE ME RODEABA
  • Ruido de tormenta que paseaba
  • Atrapé la guerra en la cabeza.
  • La tengo encerrada en la cabeza.
  • Uno de los caballos con una cosa clavada detrás, un trozo de barra
  • SE HABÍAN VISTO OBLIGADOS A PRECIPITARSE AL GALOPE ENTRE LOS ESCOMBROS. 
  • Era puro barro de obús triturado.
  • Muertos por todas partes. 
  • El tipo había reventado como una granada, en la panza tenía dos ratas bien gordas que se zampaban
  • Olía a carne podrida y a quemado
  • Había diez caballos despanzurrados unos dentro de otros. 
  • Ruido de tormenta que paseaba
  • Tampoco estaba seguro de oír los cañones a lo lejos. 
  • Todo lo que comí a puñados estaba lleno de sangre.
  • De no haber tenido la lengua pegada por la sangre, me habría hablado.
  • Me dolieron el brazo, la cabeza, la conciencia
  • Me sostenía un brazo con el otro, en el hombro una esponja hecha de tela y sangre
  • Dolor atroz.
  • [La guerra pura es el sufrimiento físico sobre todo, las heridas, las roturas. El dolor.]
  • Había tanto ruido por dentro que creía que iba a despertar la batalla. 
  • En el interior hacía más ruido que una batalla. 
  • La cara llena de sangre

1. 1. 2. POSICIONES, LUGARES, CUERPO VIVO

  • Tendido pesadamente bajo el agua.
  • Dormir en el horror
  • Me puse boca abajo. 
  • Acurrucado en el mismo lugar. 
  • No estaba en un estado como para reflexionar demasiado
  • Para ser capaz de pensar tenía que empezar una y otra vez
  • Mierda no vas a morirte ahora que has hecho lo más difícil [Dificultad]
  • Cojeaba, me subió la fiebre.

1. 1. 3. SUCESOS

  • Caminé un poco por ese cercado… No sabe dónde están los demás… Hacía un día que habían ido “a machacarlos”. [¡Lo habrán dicho mil veces! ¡Es la consigna! ¡A machacarlos! ¡A machacarlos! ¡A machacarlos! ]
  • Parecía que de aquella mierda de aventura no quedara vivo nadie más que yo. 
  • Distinguí pequeños grupos que se alejaban. Tendría que encontrar el regimiento yo solo. ¿Dónde podría estar?
  • Quedaban algunas conservas de carne. [Aquí se ve que incluí lo real, los otros y las cosas]
  • Volví a beber sangre
  • Entonces lo vomité todo [Malestar, enfermedad.]
  • Era un terreno llano  [Desorientación.]
    [Contra natura]
  • Sentía que aún quedaba vida dentro que se defendía.
  • Nunca lo hubiera creído posible si me lo hubiesen contado. 
  • El camino hacía subidas y bajadas. Campanario. 
  • Me siento. 
  • Emerge sobre los campos un campanario.
  • Me tendí, luego todo se fue calmando.

1. 1. 4. DELIRIOS

  • Pequeños montículos en la pendiente y en el huerto donde humeaban nuestros coches… en medio de todo aquello no reconocí al suboficial. 
  • Creí ver un caballo, era una vaca hinchada muerta. 
  • Las cosas ya no eran las mismas ni como antes. 
  • Puede que sea un espejismo, pero si existe mi dolor también existe. 
  • Una silueta, creo que es un cadáver que se contonea, serán alucionaciones.
  • Veo venir una docena de jinetes caqui.

1. 2. HOSPITAL

1. 2. 1. GUERRA PURA 

  • Un perro que creí que me comía el brazo [Perros comen carne.]
  • Dolor. Toda la noche como si le abrieran la barriga.
  • Ruido tan grande que no consigo acabar de describir.
  • Olores familiares, el de los muertos y el del fenol.
  1. 2. 2. POSICIONES, LUGARES, CUERPO VIVO.

  • Volví a desmayarme a causa del dolor.
  • Sensación de no ser responsable de nada. [Sensación de no ser responsable de nada, Sensación de no ser responsable de nada, Sensación de no ser responsable de nada]
  • [Libertad y responsabilidad. La pérdida de libertad. El miedo a la libertad. Responsabilidad individual como garante de la libertad.]
  1. 2. 3. SUCESOS

  • Estaba en una iglesia, sobre una cama de verdad. Me despertó el ruido de los oídos. [Ruido]
  • Una tía. Me lo noté en la picha.
  1. 2. 4. DELIRIOS

  • Pesadilla. General que le busca sobre un caballo de oro
  • Su bigote aletea.

1. 3. VAGÓN

  1. 3. 1. GUERRA PURA.

  • Gemían
  • En dos meses, me había aprendido casi todos los ruidos de la tierra y los hombres.
  • Pleno frío.
  • Chucu chucu, muuu muuu Brrrum brrrum
  • Todas las ruedas, todas las carnes, todas las ideas de la tierra estaban apretujadas en el ruido que tenía en el fondo de la cabeza.
  • Un tipo debía de estar vaciándose por la boca
  • A causa de mis ruidos, oía voces.
  • Debía de hacer mucho frío, pero yo tenía calor.
  1. 3. 2. POSICIONES, LUGARES, CUERPO VIVO.

  • Apoyé un pie en el suelo. Lo puede soportar. Me giré. Conseguí sentarme. Escruté la sombra del vagón.
  • Morirme me habría hecho bien.
    [La fragmentación como condición de posibilidad de la barbarie. Causa: estrés postraumático. ¿De verdad se supera con tanta facilidad como dicen los médicos? ¿No sería bueno que se promovieran ese tipo de drogas/farmacos que ayudan a revivir/superar? MDMA prescrito y en terapia para el TEPT] Necesidad de integrar, de integrarse, de sencillamente proponerse mezclar, mezclarlo todo, lo que sea, hoy/ayer, ropa para esto/para aquello, trabajo /familia/privado /público/aquí /allí/verbal /escrito, transgredir perfiles, batir y triturar perfiles etc. etc.] 
  1. 3. 3. SUCESOS

  • Grita: ¡So! ¡So!
  • Ese grito lo entiende todo el mundo.
  • En la locomotora. Evacuación del hospital de campaña.
  1. 3. 4. DELIRIOS

  • Vas a caminar por encima como si estuvieras en tu casa.
  • Delirio en el que se encuentra con otros, sangran, tiene que hablarles, cantan, cuenta la historia de Thibaut.
  1. 3. 5. INMORALIDADES

  • Historia de Thibaut que “mata por placer”, una injuria vengada. Pero, le contestan, nosotros no necesitamos historias como esta. [Muerte, asesinato, ambigüedad frente a la muerte, ambigüedad respecto al asesinato.]

Conclusiones del capítulo uno

– Guerra pura es, sobre todo, herir el cuerpo. El cuerpo propio, el cuerpo de los animales. Disfuncionalidad de lo orgánico. Ruptura de lo natural, lo orgánico, con dolor. DOLOR DIFICILÍSIMO DE EXPRESAR, DE PINTAR. Y también guerra pura es RUIDO que se corresponde con lo anterior porque es la pérdida de la armonía. La pérdida total e irreparable de la armonía.

– Posiciones, lugares, cuerpo y he clasificado ahí el cuerpo habitado, el cuerpo como voluntad de hacer, y lo que va ocurriendo es que va cambiando de posición y de lugar pero todo se produce con mucha dificultad, porque la armonía de fuera está rota.

Sucesos contiene, sobre todo, a las otras personas que se alían contigo y a las cosas que puedes utilizar, es la única salida del horror: la única salida es que tenga lugar un suceso, un suceso es, en otras palabras, una salida.

– Delirios son lo único que queda de la subjetividad que fuiste, de la persona que fuiste que era algo más que carne herida. Ahí hay retazos deshilachados del presente con las cualidades del pasado que se entremezclan y se relacionan, como todo delirio, con el paso entre la situación de “guerra pura” (que, en el fondo, es muerte, muerte de lo orgánico) y la situación de “cuerpo habitado” que es el apartado en el que sí que hay conciencia racional. Pero mientras el suceso es una transición real, que se produce en el plano de las cosas, el delirio es una transición irreal, que se produce sólo dentro de tu cabeza.

– Inmoralidades.  No sabía seguro si meter este apartado, pero lo meto porque he pensado que, en realidad, una “inmoralidad” es una “muerte de eso otro” que no es la carne, que no es orgánico, pero que es tan contrario a la naturaleza que se puede considerar violentamente asesino de la organicidad del espíritu. Aquí aparece el relato de un crimen arbitrario. Un crimen arbitrario como toda guerra. Y en este punto me he reconciliado con Louis-Ferdinand Céline, creo que le he comprendido porque él se ha posicionado aquí desde el minuto cero. Ha dicho: NOSOTROS NO NECESITAMOS HISTORIAS COMO ESA, y también se acusa a sí mismo porque no sabe si es necesario contar el horror… Sí: es necesario. Gracias Louis-Ferdinand Céline por compartir.

Resumen

El capítulo uno del libro de Louis-Ferdinand Céline es una descripción de la guerra sin mediaciones por parte de un soldado de carne y hueso que está en el campo de batalla con otros seres de carne y hueso. Resume la guerra en una palabra: el horror. [Horror para la infancia. Recordemos que esta misma inmediatez es la de los civiles, incluida la infancia, que el Derecho Internacional Humanitario debe proteger y no protege, de lo que se deriva la corresponsabilidad de los Estados que son testigos inoperantes en la guerra.]

Definiciones mías:
Lo orgánico. Lo que funciona felizmente.
Tipos de ruido. Hay ruidos hermosos, como el sonido de un aparato de aire acondicionado o incluso el del microondas o éste de aquí, y ruidos como el ruido de la guerra o algunas voces humanas.
Inmoral [definición provisional]. Lo que rompe la organicidad humana entendida como aquello que expande, relaja y hace crecer.
Ciudadano. Persona a la que sirve un Estado.
Mutismo ideológico: silenciamiento de aspectos importantes de algunas situaciones a las que los Estados llevan a aquellos a los que sirven con vistas a manejar mejor a sus ciudadanos y a hacer prevalecer sus propios intereses como Estados asociados a otras organizaciones frente a los de los seres humanos reales y concretos, llamados “ciudadanos” (no “compañías”) a los que sirven.

Fuente: Jou García, M. (2018): “Dialéctica de la pobreza de la experiencia”, en Revista de Filosofía 43 (1), 103-120 En este excelente artículo, se profundiza en el texto de Walter Benjamin (1933) Experiencia y pobreza, poniéndolo en relación con la continuidad de estas ideas en Adorno.

Tareas pendientes:
– Hablar de la guerra, pero recordar que no es lo mismo verla en el cine. La especificidad del teatro de la que hablaba Danto anula su eficacia, por eso Brecht introdujo el distanciamiento. Danto: el teatro es una actividad alejada de la realidad, que no proporciona la experiencia real.   ¡¡¡Hablar de la guerra!! De la experiencia de la guerra, no de las imágenes. No en el sofá, no con música sino en palabras, no como catarsis, no con personajes de ficción, no con héroes cinematográficos: en las aulas, en los foros, expresando el dolor, recorriendo la vida de después de los heridos de guerra, recreando la desorientación, conectando con las experiencias de dolor (¡si es que las hay!), de desorientación (¡si es que las hay!).
– Leer despacio a Bertolt Brecht. Todo. Bien.

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