Despojos 2
Despojos 2
Revisando este trabajo, pienso que tal vez estudie otra vez Premiere y After Effects. La información referida a él se completa aquí.
Vídeo del Taller de vídeocreación que después retomé para Proyecto III. Por último, puesto en público hoy, después de la llegada a la ciudad en la que la mirada que iba dirigida a la Vuelta Ciclista a España 2025 giró por fin, (aunque tuvo que ser de un tortazo), hacia Gaza, -y después de que mi vida haya dado ya el giro definitivo a esta ciudad y a este barrio que son mi tierra. Madrid. Madrid y Madrid. Madrid con Gaza. Madrid es Gaza. ¿Por qué no decir “Madrid es Gaza”? Ay, historia, cómo te repites siempre, y cómo siempre pensamos que estamos más lejos de la desgracia de lo que realmente estamos…
Letras del vídeo “Despojos”
1. La lavandera de la noche (Canción de Galicia.)
La leyenda de las lavanderas de la noche tiene su origen en la tradición céltica y trata de un hecho que debió de darse en la Galicia tradicional con una frecuencia suficiente como para pasar al folclore local: las mujeres que lavaban sus sábanas en el sigilo de la noche porque contenían la señal del pecado o de la ignominia, se tratara de la sangre menstrual, la de la desfloración o bien la del aborto clandestino, sangre tan tenaz en su condición de marca del pecado que no se conseguía eliminar jamás, de ahí que estas lavanderas fueron asimiladas inmediatamente al universo de las brujas, de lo maléfico y tenebroso.
Las fuentes consultadas mencionan una serie de figuras similares en otras culturas centroeuropeas e incluso eslavas. La más asentada y específica es la de la leyenda irlandesa de la «washer-woman at the ford» (la lavandera del vado) que aparece en un regato de un río tratando de eliminar la sangre de las armas y de la armadura del guerrero que va a morir en combate.
Alberto Granados, en https://albertogranados.wordpress.com/2016/02/21/la-lavandera-de-la-noche/
Era una noche de luna,
era una noche clara
yo pasaba por el río,
de vuelta de la molienda.
Me encontré con una lavandera
que lavaba en el agua;
ella lavaba en el río,
y una cántiga cantaba.
“Moza que vienes del molino,
chica que vienes por la carretera:
ayúdame a retorcer
mi sábana lavada.”
lana-rana-lai-lana-rana-lai
“Santa María te ayude,
y san Lorenzo te valga.”
lana-rana-lai-lana-rana-lai
lana-rana-lai-lana-rana-lai
Desaparece la lavandera
desvanecida como el humo.
lana-rana-lai-lana-rana-lai
lana-rana-lai-lana-rana-lai
¡Donde había tendido las sábanas
dejó un charco de sangre!
Era una noche de luna,
era una noche clara.
https://www.mamalisa.com/?t=ss&p=6374
2. Nana palestina
Hala lala layya
Hala lala layya.
Eres mi vida,
mi pequeña reina.
Agita tus alas, como una paloma
y vuela hacia la libertad.
Tranquilizas mi corazón
con tu mirada.
Agita tus alas, como una paloma
y vuela hacia la libertad.
Deja ya de llorar, pequeño ángel
ven conmigo y plantemos juntos.
Planta manzanos y limoneros
en la tierra de tus ancestros.
Deja ya de llorar, pequeño ángel.
Mi alma siempre te protegerá.
Ven y diles, contenta, a todos tus seres queridos
que Dios tenga misericordia de los que se fueron.
Diles que las pesadillas siempre se acaban.
Diles que volveremos a Palestina.
3. Hava Naggela
¡Ea, alegrémonos!
¡Ea, alegrémonos y gocemos!
¡Ea, cantemos de alegría!
¡Ea, cantemos de alegría!
¡Ea, cantemos de alegría y gocemos!
¡Despertad, despertad, hermanos!
¡Despertad, hermanos, con corazón feliz!
¡Despertad, hermanos, despertad, hermanos!
¡Con corazón feliz!
4. El silencio, la barbarie, el autoconsuelo
Esta es la parte que más impresiona en el vídeo. No impresionan tanto los bebés arrancados de las incubadoras, las ruinas, las heces, las basuras, el cuerpo adivinado en rosa, las gaviotas en sus trayectos no horizontales ni verticales… Impresiona el tono y el discurso de la impostura, lo ideológico, la voz estúpida y dulcemente hipócrita que dice “ya lo hemos hablado”, que formalmente se hace accesible y que, a la vez, es implacable causa del desastre porque impide la comunicación que lo diluiría. Es el grito que pone fin a la posibilidad de comunicación y que, como estallido, genera el conflicto y pone fin a la posibilidad de negociación, aparece como el bisbis al gato, pero es la barbarie. Y luego no queda más que el autoconsuelo, función que asumen las IAs.
MANIFIESTO POR LA INTEGRACIÓN DE “LOS DESPOJOS” (2023)
(texto base que revisaré, para el Seminario de Investigación Artística.)
Llegados a este momento de la Historia, consideramos que los retos a los que nos enfrentamos son nuevos y enormes, por lo que pensamos que tenemos que centrar la mirada en lugares enormes a los que aún no miramos: en los lugares de los despojos.
1. Entendemos por despojos todas aquellas realidades que sobran después de la producción, o que se dejan fuera por irrelevantes para la producción. Personas sin aparente potencial como productores. Materias del propio cuerpo que, hasta ahora, se han considerado como inservibles u hostiles, como las bacterias en las heces y en otros medios. Materias que, una vez terminado el ciclo de producción y consumo, sobran: excedentes y basuras. Áreas en las que aún los procesos de producción no han puesto los ojos. Recientes investigaciones han demostrado el poder curativo, generativo y ecológico de las bacterias, por ejemplo.
2. Negamos la negación de los despojos. Sabemos que, de todas las negaciones, la negación de los despojos es la más universal. Pero esta universalidad no la justifica para quienes, como nosotros, tenemos que reinventarnos.
3. Consideramos que la fuerza está en la integración de los despojos. El que los integre, ganará fuerza económica, fuerza social, fuerza moral y ascendiente sobre los demás.
4. El cuerpo de los mayores no es un despojo. Recientes investigaciones lo han demostrado sin lugar a dudas, y este conocimiento puede sernos clave a la civilización occidental. El cuerpo de los mayores ha sido condición de posibilidad de las mejoras adaptativas de la especie humana, y las categorizaciones que excluyen o limitan personas son tan nefastas para los excluidos como para todos los demás.
5. Nuestra sociedad es la del fin de los maltratos. La sociedad se asentó en dos procesos frente a los cuerpos que han sido útiles para su perpetuación: la escisión del género con el maltrato a una parte, la mujer, y la escisión de la procedencia con el maltrato a una parte, el extranjero. La supervivencia de la sociedad se basa, ahora, en el fin de los maltratos, el respeto a la mujer o la superación de la barrera del género en la nueva realidad queer con un reparto equitativo del poder entre todos, y en el respeto al extranjero en el reparto de la riqueza entre todos, entendiendo como “extranjero” al extranjero, a los animales, a los grandes organismos y a los microorganismos.
Justificación temática
El tema central de este vídeo inquietante y angustioso es que la emergencia no es sólo medioambiental: la emergencia es la emergencia de todo nuestro interior, la emergencia de un sistema que ha querido excluir lo no-rentable, que ha querido rentabilizar en todo momento y que deja un rastro de despojos a los que ignora cuando no se pueden ignorar. El tema del vídeo es ese fracaso. Mi vídeo pone en valor lo excluido, y mi cuerpo y a mi misma como persona mayor. Habla de naturaleza, heces, basura, cuerpo mayor, sangre. Los desechos o despojos que menciono son:
– La naturaleza como contexto principal. La Naturaleza es la protagonista principal; para que todo funcione, no caben recortes, no caben exclusiones.
– La guerra como lo más antitético a la naturaleza, los cuerpos de los bebés prematuros. La sobre-producción da origen a la necesidad periódica de este dispendio de tecnología y creación de muertes de una crueldad inefable que es la guerra. Ahí aparecen los primeros cuerpos de mi vídeo, los cuerpecitos sin formar de los niños, sustraídos de esos objetos técnicos que sí ayudan, las incubadoras. Si hay un modo de reactivación del capital horrendo, es este: la reactivación que pone en circulación los despojos tecnológicos que, como el “ejército de reserva”, vuelven periódicamente a reactivarse.
– Las heces como productos, productos del cuerpo. Las heces son los despojos del propio cuerpo por definición. Lo que echamos fuera desde el propio cuerpo. Las heces están empezando a valorarse, desde el punto de vista médico, como el lugar donde se encuentran bacterias que tienen un poder curativo frente a enfermedades. Las bacterias presentes en las heces, que hasta ahora hemos arrojado, desperdiciado, minusvalorado sin más, son clave para explicar cómo nos sentimos. Desechando las heces, perdemos oportunidades hermosísimas de salud y de reciclaje.
– Los restos de los consumos del cuerpo, la basura. Lo que el sistema productivo desecha (basura, humo, despojos al fin) originará la autodestrucción por no haberse tenido en cuenta.
– El cuerpo mayor. Sobrante, humillado, silenciado, ninguneado en la vejez. El cuerpo viejo es el segundo bloque de despojos que presento. El cuerpo que ya no sirve, porque no representa lo idealmente deseable. Si al ser viejo se suma el ser mujer, este carácter indeseado se duplica.
– El córvido, ave carroñera y respetable a la vez. El otro cuerpo, un cuerpo que coopera, que recicla, que no se viola a sí mismo violando la propia naturaleza, como hacemos nosotros.
– La sangre, rotura de la naturaleza. El cuerpo, que es un sistema, al romperse pierde sangre. Aparece de dos modos: mi propia sangre retratada, intermitentemente, en las escenas últimas, de la playa, porque los efectos se han conseguido tapando con el dedo en el móvil. Y en la canción gallega, en la que se cuenta que una mujer, apurada por su sangre menstrual, pide que le ayuden a eliminarla (más despojos negados) porque pide ayuda para escurrir una sábana. Esta petición de ayuda es angustiada. La mujer menstruando, la mujer negada, oculta, los despojos de la mujer.
Las músicas se suceden, y el nexo entre las culturas es, precisamente, la propia cultura: en este caso, la cultura del “ya lo hemos hablado”, del silencio y del autoconsuelo.
– La nana palestina. La nana palestina duerme a la pequeña niña prometiéndole que volverá a Palestina. Simultáneamente, la música sensual (como sensual es la cultura árabe en general) se oye mientras el cuerpo de la mujer se revuelve en la cama, con su presencia innegable, rosa contra el azul del cielo, vivo y carnal.
– La canción judía. A continuación, la canción judía, que suena mientras un primer plano de mujer mayor llora (nuevamente, las facciones excluidas, las facciones negadas, los despojos que no aparecen en ningún lugar, las facciones sin depilar y con arrugas) y esa mujer avanza, avanza sin tierra fija como antes el pueblo judío y ahora el pueblo palestino, con esa necesidad de auto-animarse (por la vulnerabilidad que implica estar sin tierra propia).
– La referencia a la sangre en la canción gallega. Después de las canciones representativas de las dos culturas, vuelve la canción gallega, que narra cómo un charco de sangre chorrea de la sábana. En este momento, el dramatismo de la voz supone un corte del discurso. Parece que es la rotura del sistema (del sistema natural, del sistema que no integra lo que excluye, porque lo que excluye no es solo a la mujer… No es solo lo que no recicla… No son solo las bacterias… Es todo. Es la propia sangre menstrual, que, en vez de ser considerada condición de posibilidad de la vida, es ocultada. El final de la civilización es el final de la palabra.)
– La exclusión de la palabra. “Ya lo hemos hablado” y el grito. La barbarie. El silencio.
Fuentes
Notas sobre el cuerpo
El cuerpo y sus productos nunca son completamente categorizados, siempre se derraman sin que puedan ser contenidos totalmente de ningún modo.
El rol del cuerpo en la sociedad occidental es facilitar las interacciones dentro del sistema productivo e indicar en qué nicho se encuentra cada cual dentro de las estructuras de dicho sistema productivo.
La educación en nuestra sociedad basada en el trabajo y la acumulación de riqueza, tiene una relación paradójica con el cuerpo:
Primero, lo separa del de los iguales, y le dice que su destino es meramente individual
Segundo, lo separa de las cosas, constituyendo la técnica y los objetos técnicos como “extranjeros” indomables para hacer que el dominio de dicha técnica sea solo privativo de unos pocos.
Tercero, para convertirlo en sujeto productor, lo reprime, asfixia y coarta, de modo que se facilite la doma, la integración en el sistema productivo y la sumisión.
Cuarto, para convertirlo en sujeto que consume, lo satisface superficialmente.
Quinto, para hacer funcionar el sistema fuera de las necesidades reales en el ámbito de las necesidades creadas por un orden que produce siempre con excedentes y que necesita un monto de cuerpos baratos para ser usados, crea dos categorías de cuerpo y lo sitúa en ellas:
Un cuerpo irreal deseado, en el mundo simbólico fuertemente asociado a símbolos, dual, convertido en modelo de identificación y/o objeto de deseo
Un cuerpo irreal odiado, culpable, que no es sujeto de derechos por su ubicación o circunstancias, merecedor incluso de destrucción, despojo cuya utilidad es la producción, la absorción de la frustración que se secreta en todo lugar o ser objeto ensangrentado del plus productivo que se transforma en industria de armamento.
Referentes del trabajo “Despojos”- personas concretas de mi entorno intelectual, lugares, conceptos
Personas públicas y algunos profesores.
Captura del proceso de realización técnica, en Premiere
La fuente de los últimos fragmentos pertenecía al podcast que borré, son “desesperación casi inaudible” y “placer de voz interespecie”. Este “placer de voz interespecie”, horrible desde mi punto de vista [personalmente, siento vergüenza ajena cada vez que lo oigo], refleja en cierto modo las palabras de Los expulsados del capitalismo salvaje, de Gustavo Dessal: la razón humana, lo que llamamos el logos, está habitada por una fuerza extraña, que excede los límites mismos del pensamiento. Denominamos a tal fuerza con el término goce, para indicar aquello que, formando parte del logos, es al mismo tiempo lo que lo desborda.
Debatcontribution 0el Despojos 2
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